Visita obispo de Matamoros Hospital del IMSS
Matamoros, Tamaulipas.- A fin de elevar las oraciones y aliviar el alma de los enfermos y doctores que están al frente del COVID-19, el obispo de la Diócesis de Matamoros Eugenio Andrés Lira Rugarcía, acudió al Hospital de Zona número 13 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en donde llevarán a cabo oraciones a diario para pedir por la comunidad en general.
Explicó que para esto se preparó a un grupo de sacerdotes, quienes estarán haciendo esta tarea, pidiendo por la salud de cada uno de los pacientes, de los doctores, de todas las personas que se ven involucradas en el cuidado de los enfermos de COVID-19.
Recordó que en Tamaulipas estamos viviendo momentos difíciles a causa de la Pandemia de COVID-19. Frente a esto, los sacerdotes y los laicos de la Diócesis de Matamoros, respetando las disposiciones sanitarias y contribuyendo al cuidado de la salud, han seguido anunciando el Evangelio, celebrando la Eucaristía y ofreciendo momentos de oración, cursos y reuniones a través de las nuevas tecnologías.
Además han continuado con diversas obras sociales y caritativas: centros de acopio de despensas, ropa y medicinas, comedores para los pobres, asilos, Casa Hogar, Casa del Indigente, Casa del Migrante, apoyo a damnificados, atención a enfermos, celebración de exequias, etc.
“Entre quienes sufren más a causa de la Pandemia están los enfermos, el personal sanitario y sus familias. Los enfermos, además de padecer los efectos del virus, se sienten vulnerables, angustiados, solos y con miedo.
El personal sanitario está agobiado por las decisiones que tiene que tomar, las tensiones, el exceso de trabajo, la limitación de recursos, la preocupación por su familia, las incomprensiones, la situación de sus pacientes, el fallecimiento de algunos, el contagio y muerte de compañeros, el temor a contagiarse. Las familias de los enfermos y del personal sanitario sufren aflicción e incertidumbre”, dijo.
“Todo esto influye en la salud física, emocional y espiritual de los enfermos, del personal sanitario y de sus familias, repercutiendo en su sistema inmune y en su relación consigo mismos y con su entorno, lo que afecta a la vida personal, familiar y social”, agregó.
Manifestó que consciente de esto, y con el deseo de contribuir a la salud integral de los enfermos, del personal sanitario y de las familias, la Diócesis de Matamoros, con el apoyo de médicos y expertos, ha capacitado a un grupo de sacerdotes jóvenes y saludables para fungir como capellanes COVID-19, a fin de que, con el apoyo de algunos laicos, lleven la luz de la fe, la fortaleza de la esperanza y el consuelo del amor divino a todos ellos.
Los capellanes COVID-19 cuentan con su propio equipo de protección personal, así como con estrictos protocolos elaborados por expertos, en los que se indica lo que deben hacer, tanto en los hospitales como fuera de ellos, y han sido instruidos para observar puntualmente todas y cada una de las indicaciones que el personal sanitario señale.
En el caso de los enfermos, los capellanes COVID-19 se limitarán a dar la absolución general desde la puerta, harán una breve oración e impartirán la bendición, sin contacto físico. En cuanto al personal sanitario, guardando sana distancia, harán una breve oración con ellos, los animarán, les darán la bendición, y a los que lo deseen les impartirán la absolución general.
sj
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